EL PLACER DE LA CULTURA

lunes, 20 de febrero de 2012

Oasis de niebla en el desierto de Atacama

Hace apenas unos meses hemos desarrollado una actividad para estudiantes de educación secundaria en el CSIC-CCHS en el marco de la XI Semana de la Ciencia en el apartado: “Juventud e innovación social”.


Propusimos una actividad centrada en una experiencia realizada en pleno desierto de Atacama en el norte de Chile en un lugar denominado Alto Patache.




La actividad comenzó con una pequeña introducción de 5 minutos sobre el lugar de investigación y la proyección de diversas fotos que situaban a los estudiantes en el área de desierto. A continuación se les habló del fenómeno de la neblina costera y de la existencia de una caleta de pescadores situada a pocos kilómetros del lugar.


Se propuso entonces el problema del agua como fundamental para el desarrollo de la zona y se instó a los participantes a que buscaran soluciones sostenibles, viables e innovadoras. Se dividió al grupo de alumnos por profesiones: geógrafos, ingenieros, antropólogos, arqueólogos, biólogos…y se les proporcionó mapas o fichas con el fin de que cada uno en su ámbito profesional buscase nuevas soluciones al problema del agua.


Orientándoles en cada momento mediante fotografías y explicaciones se les fue reconduciendo para que “vieran” la cantidad de soluciones que se pueden aportar en un medio geográfico extremo.
El proyecto de los oasis de niebla ha conseguido transformar un lugar desértico en un punto internacional de interés científico creando un centro experimental y un museo al aire libre al que acuden tanto investigadores de todas partes del mundo como estudiantes de secundaria.



Antecedentes del proyecto

Las experiencias tempranas hechas en los años 1957-1970 en los alrededores de Antofagasta por el físico chileno Carlos Espinosa Arancibia y su equipo, en la entonces Universidad del Norte, pusieron de manifiesto la viabilidad de captar el agua contenida en las nubes. Entre 1980 y 1992 investigadores del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la CONAF y el Atmospheric Environmental Service de Canadá desarrollaron un proyecto en los cerros de "El Tofo", logrando tras años de esfuerzo y el apoyo de instituciones canadienses, surtir de agua potable procedente de la niebla al poblado pescador de Chungungo (IV Región) a unos 70 km al Norte de la ciudad de la Serena, caleta que llegó a albergar más de 600 habitantes.

Situación actual

Desde el año 2005 el predio fiscal de Alto Patache (a 65 km. al sur de la ciudad de Iquique) ha sido destinado por un periodo de 25 años por el Ministerio de Bienes Nacionales para fines de conservación y estudio medioambiental, con el objetivo de crear un área de conservación en el sector de Alto Patache. La explotación fue concedida en 2007 a la Pontificia Universidad Católica de Chile a través de su Centro del Desierto de Atacama, cuyos responsables son Pilar Cereceda y Horacio Larraín.

Los objetivos de conservación definidos para el área son los siguientes:

• Protección el ecosistema de oasis de niebla de Alto Patache.

• Desarrollo de investigaciones sobre los diferentes componentes del ecosistema del oasis de niebla de Alto Patache

• Realización investigaciones científicas y tecnológicas de vanguardia.

• Divulgación entre la población local y los visitantes la importancia de la conservación de los ecosistemas de oasis de niebla

• Educación de la población local y regional para que revaloricen los ecosistemas áridos existentes

• Puesta en marcha y mantenimiento de una estación experimental para acoger a estudiantes e investigadores nacionales y extranjeros



Horacio larraín regando con agua de niebla el pequeño huerto experimental de Patache

El sistema de los atrapanieblas

El método ingeniado para la recogida del agua está formado por dos postes de acero y doble malla Raschel que permite recolectar las gotitas de agua de niebla. Éstas, al pasar en grandes cantidades a través de los orificios de la malla, quedan atrapadas y se van juntando para caer por su propio peso en una la canaleta. Se necesitan 10.000 gotitas minúsculas para formar una gota del tamaño de una cabeza de cerilla que pueda escurrir. También es necesario que se den unas condiciones geográficas adecuadas en la zona. Es imprescindible que exista un acantilado rocoso frente a la costa de una altura aproximada de 750 m. sobre el nivel del mar para que el flujo de viento se encauce por dicha quebrada.

Los neblinómetro SFC (Standard Fog Collector), se utiliza en muchas partes del mundo para medir la recolección de agua de niebla. Este instrumento se emplaza en dos postes a 2 m del suelo y su panel mide 1 m2 cubierto por malla Raschel. El tamaño puede variar en función del objetivo que se pretenda conseguir. Con él se ha medido la niebla durante más de 10 años y su promedio de colecta de agua es de 6 L/m2/día.

También se pueden colocar paneles pequeños a unos 20 cm del suelo que tienen la finalidad de conocer la cantidad de agua que podría recoger la vegetación arbustiva y herbácea cercana al suelo.

En las laderas del acantilado, entre el sustrato rocoso se pueden observar arbustos vivos y muertos que son testimonio de un pasado más lluvioso y húmedo


Atrapanieblas en Alto Patache


Para más información es imprescindible consultar la página del Centro del Desierto de Atacama: CDA: Aquí
Y el blog del profesor Horacio Larraín: Eco-antropología: Aquí
El cartel con las actividades de la Semana de la Ciencia: Aquí
Programa de TVE sobre climas extremos en el que, a partir del minuto 35, hay un reportaje sobre la Camanchaca y los oasis de niebla con Horacio Larraín: Aquí

jueves, 9 de febrero de 2012

Antoni Tàpies

En aquella exposición, ya lejana,

descubrí un paisaje

que, desde entonces, no he dejado de habitar.

En él,

los signos son huellas

de un trance secreto.

Sobre un muro infranqueable

que se está deshaciendo,

el tiempo

es una encrucijada entre la vida y la muerte.

Sólo lo más humilde

trasciende

y, en silencio,

la materia se aparece sobrenatural