El cómic se ha convertido en los últimos años en un medio de expresión y denuncia muy extendido. Cada vez hay más publicaciones en el mercado dirigidas principalmente a un público adulto, quizá porque los que hemos nacido entre los 50 y principios de los 70 nos criamos leyendo cómics y durante años hemos echado de menos seguir haciéndolo.
Aparte de la innegable función de entretenimiento que tiene que proporcionar el cómic, también se ha convertido en un eficaz vehículo para denunciar y mostrar aspectos de nuestra sociedad de una manera precisa y rápida. Tenemos sin ir más lejos el fabuloso ejemplo de Maus de Art Spiegelman, ganadora de un premio Pulitzer y que refleja de una manera cruda y directa la parte más dura de nuestra historia más reciente. Maus ha abierto la puerta para que el cómic -o novela gráfica, como gusta llamarse últimamente- sea tomado en cuenta como un medio adulto y serio de expresar la realidad.
El cómic es en sí mismo también un medio estupendo para realizar tareas de difusión de contenido didáctico; a través de él se puede explicar la historia desde sus inicios, los errores y tópicos sobre momentos históricos determinados (los Picapiedra, Purk), las neuras y fobias propias del siglo XX (Superman, Capitán América), los problemas del desarrollo técnico y la investigación genética (Spiderman, los Cuatro fantásticos), las Guerras Mundiales (Tardi, Spiegelman...), los años 20 y sus tipos "inclasificables" (Corto Maltés), la Guerra Civil española (V. Mora, H. Palacios, C. Giménez, Altarriba...) la lucha obrera en los 50 (Davodeau), los conflictos de los 90 (J. Sacco) y así hasta llegar a la actual crisis económica y social (D. Robert). Incluso el cómic se ha atrevido en los últimos años a tocar temas tan comprometidos como los religiosos (Buda, The 99, Génesis).
En la página principal del blog se irán colgando entradas sobre cómics recientes que puedan servir de apoyo y guía para que los adolescentes -que no son muy aficionados a leer- puedan conocer de una manera "más visual" diversos aspectos de nuestra historia. Baste como ejemplo la reciente publicación de la novela gráfica "La Ola" de Stefani Kampmann, de la que hay una pequeña reseña en la página principal del blog.
